El pasado 23 de abril se celebró el
Día del Libro a nivel mundial, por iniciativa de la UNESCO.
Pitonizza tuvo la amabilidad de tomarme en cuenta para seguir un meme interesantísimo, que trata de hacer una lista con los
5 mejores libros que haya leído; cosa que encuentro por demás difícil, tomando en cuenta que mi afición por la lectura viene desde que tengo uso de razón, cuando mi padre me leyera los cuentos de los
hermanos Grimm
, cada noche, antes de acostarme. Desde niña vi a los libros como juguetes, tan simpáticos y emocionantes como las muñecas o los legos. No llevo la cuenta de cuántos he leído: la lista que verán a continuación recoge algunos de los que han influido profundamente en mi vida durante los últimos años; ya lo dijo Charlie "Tremendous" Jones, En cinco años serás exactamente la misma persona que eres hoy, excepto por dos cosas: los libros que leas y las personas de las que te rodees".
Tal vez no sea apropiado llamarlo "novela" sino "texto con personajes", que es como se refiere a esta obra su autor, el ecuatoriano
Jorge Enrique Adoum
. "
Entre Marx y una Mujer desnuda", una de las novelas que más he releído, es una reflexión experimental sobre la construcción de personajes y situaciones, y a la vez una crítica al compromiso político y social como conflicto inherente al ser humano. Impactan las escenas de amor, los monólogos del escritor volviendo sobre sus propios sentimientos: "porque tengo conciencia de sus defectos tengo conciencia de que la quiero"; la aparición de un personaje al margen, Bichito, que se toma pequeños espacios del papel (la novela, además, es visual) para elaborar sus sentencias sobre el amor y los romances; y la inmensa humanidad de los personajes, desgarrados, incompletos, solos, y a la vez soñadores, esperanzados, vivos como la naturaleza.
Además de la temática angustiante y existencialista de esta distópica novela llamada "
Ensayo sobre la Ceguera", me llama la atención el estilo de escritura, clásico de
Saramago
: oraciones muy largas y ausencia casi total de puntuación, lo que da como resultado que uno reciba las imágenes una tras otra, vertiginosamente, y que viva los diálogos en carne propia. Aunque la epidemia de ceguera que azota a la sociedad descrita en la narración, nunca es explicada científicamente ni se expone en un contexto realista, resulta sumamente aguda la crítica que el autor portugués hace, desde el punto de vista de la psicología social, a los grupos humanos contemporáneos, confrontando al individuo con sus peores temores y su propia pequeñez frente al caos.
Eduardo Galeano
, el hombre con el que hubiera querido casarme, el que escribe con el corazón encendido y la cabeza lúcida, el periodista investigador que convierte cada artículo en un verdadero poema y que ama la cultura latinoamericana y sus raíces con calidez tal que sus textos destilan melancolía y solidaridad. En esta obra, Galeano demuestra que nada en el mundo tiene lógica, todo funciona en oposición al sentido común y a la justicia. Con información que suele estar ausente en los medios masivos, respalda una actitud contestataria y rebelde ante el ensimismamiento generalizado. Su mordaz sentido del humor, punzante y agudo, nos despierta del adormecimiento para hacernos entender que todos somos responsables del gran engaño.
Me atrevo a decir que es mi novela favorita de todos los tiempos. 1984 llegó a mis manos en días de enfermedad, y durante el tiempo que tuve que guardar cama -tres días-, no despegué los ojos de sus páginas sino para dormir. Una distopía que encantará a los amantes de las teorías de conspiración, un texto cuerdo, perspicaz, que retrata la sociedad del futuro como una sociedad de esclavos mentales, una sociedad de pseudo humanos incapaces de tener deseos propios, criminales en caso de llegar a pensar diferente. Una sociedad en la que el poder es un valor en sí mismo, en la que cada aspecto de la vida de los ciudadanos, cuidadosamente clasificados en castas, está controlado por el Gran Hermano, omnipresente y todopodoroso; opresor al que los alienados individuos aman sobre todas las cosas. Quizá fue George Orwell uno de los pocos hombres lo suficientemente sensatos como para entender la historia de su tiempo y sus posibles proyecciones hacia el futuro, pese a estarla viviendo de tan cerca.
Varios de mis amigos escritores consideran a
Benedetti
"light" e incluso rosa. A mí me parece un escritor esencialmente vivencial, un escritor de lo cotidiano, que encuentra la magia del amor en lo sencillo de los diálogos humanos o en lo terrible de las tragedias personales. Un escritor siempre político, además, que se vale de un lenguaje muy prosaico en su poesía, y de recursos muy poéticos en su prosa. "
La tregua" me fue recomendada por una amiga entrañable en tiempos difíciles para mí. La considero la novela del amor contemporáneo, la novela que reivindica la honestidad de los sentimientos, tan difícil de encontrar en estos tiempos en que lo único que tenemos en en cuenta es qué será lo más conveniente. Una novela escrita en primera persona, a manera de diario, con un final melancólico, como su protagonista, triste, infinitamente triste. Un final que nos deja una lección de vida, una lección sobre el amor sencillo, sobre las desgracias inexplicables, y la capacidad de renacer que tenemos las personas.
Tantos otros libros que se me escapan... en la lista falta, por ejemplo, la Ciencia Ficción de Isaac Asimov, la literatura clásica de Charles Dickens, o el humor que nunca pasa de moda de Mark Twain... sin mencionar autores más contemporáneos como Patrick Suskind y el gran Milán Kundera -este último se merece un post exclusivo-. Pero creo haber colocado esas obras que recomendaría leer a todo el que quiera recordar que el ser humano es, esencialmente, capacidad de reinvención.
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P.D. Este meme se lo paso a
Carlos (dale, yo sé que no haces memes pero éste está bueno),
Eduardo,
Candela y
El Méndez (si tiene tiempo después de ser elegido concejal).