Una buena manera de terminar la semana y comenzar el ocio del finde, es echar un vistazo a esas pequeñas joyas del cine que son los cortometrajes.
Signs
, realización australiana para el
Festival de Schweppes
de este año, es una de esas narraciones visuales en cuya simplicidad radica su encanto. No es difícil identificarse con el protagonista, que se mece en una rutina monótona, tímido, introvertido pero amable y soñador, confundido en un mundo cuyos símbolos convencionales no van con él. Con mucha maestría, el director
Patrick Hughes
no necesita más de 2 minutos para mostrarnos el profundo sentimiento de no pertenencia que alberga Jason. En total el corto dura unos 12 minutos, no contiene diálogos, presenta muy pocos personajes y dos o tres escenarios, pues, de hecho, la clave está en las señales. Algún profesor de literatura del colegio decía siempre que "lo bueno, cuando breve, dos veces bueno" y le doy la razón. Como gran admiradora de la capacidad de síntesis en todas las artes, recomiendo con insistencia "Señales", una historia de amor y comunicación humana que celebra la inocencia, la sencillez y la ternura y además cuenta con una hermosa banda sonora.