El álbum de Funeral for a Friend "Tales don't tell themselves" de 2007, decepcionó a sus seguidores. Pese a que llegó alto en los charts, también fue controversial. Entre otras críticas se dijo que experimentaba poco, refugiándose en los prudentes caminos del pop -tanto a nivel de letras cuanto de composición y arreglos- y que la producción pulió el producto hasta eliminar todo rastro del sonido que caracterizó a esta banda, protagonista de la profusa escena posthardcore. De hecho, ninguna de las canciones se sirve del screaming que fue por mucho tiempo un recurso sine qua non en la música de los galeses. Para la comercialización del álbum, Funeral firmó por primera vez con una disquera mayor: Atlantic Records. ¿Coincidencia?
Por su parte, el flamante álbum "Lead sails paper anchor" de Atreyu, una de las bandas menos underground entre las underground, por así decirlo, también ha decepcionado a muchos. Sin quitarle mérito a algunos temas, hay otros que, como dice la sabiduría popular, borran con el codo lo que se hizo con la mano, con un sonido que recuerda a estilos gastados como el Hard Rock, el Alternativo y el New Metal. En mi poco erudita opinión, la música de Atreyu se ha sobre-simplificado con el objetivo de llegar a un público más extenso, siendo "radio friendly", como dicen por ahí. Es cierto que pocas estaciones admiten nuevos productos metal, hardcore o punk en su programación -en este morlaco rincón del planeta nadie lo hace-; pero ¿qué es lo que motiva a las bandas a elegir, a medida que avanzan en su carrera, propuestas estéticas que las vuelvan más digeribles? ¿Lleva el reconocimiento público inevitablemente a la implementación de estrategias puramente comerciales?
Sin generalizar, parece que este patrón se repite con no poca frecuencia. Le ocurrió Linkin Park, a Aiden -que antes de ser drag queens fueron horror punk- y también a los legendarios Metallica a partir de "Load" o incluso a partir del black album, según algunos: es verdad que personas que no los conocían se familiarizaron con la banda y escucharon por primera vez clásicos como "One" o "Fade to Black" pero por otro lado muchos fanáticos se alejaron para siempre. Esto último naturalmente no afectó el éxito comercial de los sencillos y la premiación a Mejor Vídeo Rock de 1996 en Mtv.
Un viejo y sabio profesor que tuve en el colegio solía repetir: "hay que darnos a la historia como ella nos lo exija", frase que en este punto sirve para subrayar que no estoy en contra de la experimentación, el cambio y el progreso. Por el contrario, celebro el eclecticismo y la diversidad. Cuando los jóvenes superan el desenfrenado y hormonal romanticismo de la adolescencia y adquieren una cierta serenidad propia de la edad adulta, se dice que están "madurando". Y no sólo cambian los individuos, también cambia el entorno, pues la realidad se enriquece cada minuto con nuevas posibilidades -lanzar un álbum no pudo haber sido igual antes de la era del Internet o de la aparición de software para la edición de sonido-. Por ello, el estancamiento necio en un sólo enfoque estilístico tampoco me parece apropiado; por ejemplo, hay bandas que siguen haciendo trash o heavy de la vieja escuela y merecen todo el respeto del mundo, pero hay demasiadas propuestas nuevas qué oír y poco tiempo para hacerlo.
Confrontando, pues, la tesis del cambio hacia la escena mainstream versus el estancamiento en lo primitivo, habremos de concluir que lo enriquecedor es la experimentación que se encamina hacia la diferenciación y la adquisición de rasgos distintivos propios, no a la adopción de fórmulas probadas de éxito masivo que desembocan en un cambio hacia lo paralelo; en otras palabras, en lugar de subir un escalón, cambiarse de escalera. Hay casos excepcionales como el de The Beatles o Star Wars, obras de arte que siendo de culto también han sido éxitos comerciales y fenómenos de masas. Lamentablemente es más frecuente que un producto de consumo generalizado tenga poco valor artístico, ya que forma parte de un ciclo comercial e ideológico que busca generar utilidades y también exigir poco esfuerzo intelectual a quien consume para que no amplíe sus horizontes y siga viviendo alienado por un sistema que a su vez garantiza la descontrolada actividad comercial.
Quizá sea por eso que este año Funeral for a Friend abandonaron Atlantic y establecieron una disquera independiente -muchos le llamarán a esto retroceso o involución-. A su vez anunciaron que el nuevo material contendrá riffs más potentes y screaming, lo cual puede evidenciarse ya en el primer single, que se ha publicado en Myspace. Quizá sea por eso que la etapa tardía de The Beatles es también la menos popular y al mismo tiempo la más novedosa, experimental y dispar de su carrera: a diferencia de canciones de aceptación masiva como "She loves you" o "Twist and Shout", temas como "Happiness is a warm gun", "Helter Skelter", "I want you", "Revolution 9" o "Love you to" no son tan conocidos y fueron poco comprendidos en su tiempo.