Ecuador, según veremos, no es precisamente un modelo de equidad de género, pese a que en el contexto de los nuevos lineamientos constitucionales, se habla constantemente de igualdad y rechazo a la discriminación, así como de personas vulnerables o de grupos de atención prioritaria, entre los que se encuentan las mujeres.
Cuando se dice que una persona es vulnerable, quiere decir que está en una situación de indefensión, de desamparo frente a un riesgo. En el mundo en vías de desarrollo, la vulnerabilidad también es una cuestión de género. Examinemos una breve lista de hechos que nos permitirá visualizar cómo se presenta en nuestro tiempo, el panorama social para la mujer:
- De acuerdo con la organización Manos Unidas, el 70% de los 1200 millones de personas que viven en el mundo en situación de extrema pobreza, son mujeres (El Mundo, 2007).
- El informe sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Mujeres, presentado en 2011 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y publicado en su Web, identifica tres ámbitos en los que las mujeres son particularmente discriminadas en el ejercicio de sus derechos: el trabajo, la educación y el control de recursos económicos.
- El Índice de Desigualdad de Género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, le asigna a Ecuador, en 2011, un índice de 0.469 que equivale al puesto 85 entre 187 países, siendo el primero -Suecia- el país con más equidad
- El Foro Económico Mundial (World Economic Forum) en su reporte de 2011 sobre la Brecha Global de Género (Global Gender Gap) le asigna al Ecuador un índice de 0.7035 y el puesto 45 entre 135 países, siendo el primero -Islandia- el más equitativo. El país cae desde la posición 40 en 2010 y 38 en 2008. Éste índice muestra además, una caída sustancial respecto a años anteriores en áreas como la laboral y el acceso a la educación.
- La Relatoría sobre Derechos de la Mujer de la CIDH, en un informe especial publicado en 2007, indica que se han verificado deficiencias graves en la etapa de investigación de los hechos violentos contra las mujeres, discriminación de género por parte de los funcionarios judiciales y asignación de baja prioridad del problema por parte del gobierno,
- De acuerdo con el Ministerio de Salud Pública del ecuador, en Azuay, en 2011, dentro de los casos de violencia registrados en la base de datos del Programa de Violencia de la Dirección Provincial de Salud del Azuay, el 85% de las víctimas fueron mujeres.
Los datos mencionados nos dan una idea general de las condiciones de vulnerabilidad social de la mujer en el mundo y en el Ecuador. Y a esta realidad debemos añadir que los medios idóneos para superar la situación de desventaja son desconocidos o están fuera del alcance de las mujeres, pese a que la igualdad formal ya exista declarada en los instrumentos internacionales, la Constitución y otras leyes. Falta una respuesta institucional real y eficaz que pueda despertar confianza y aproximar a las mujeres al reconocimiento y reclamo de sus derechos.
Las mujeres pobres, las campesinas y las pertenecientes a minorías étnicas se encuentran en una situación aún más preocupante, aisladas incluso geográficamente del sistema de protección de derechos. Por esta razón, muchos autores dentro de la sociología y la criminología, coinciden en señalar a la mujer como una víctima de riesgo con carácter de estable.
Hay que tener en cuenta que hechos aislados como que algunas mujeres tengamos acceso a la educación superior y al trabajo, no pueden ser entendidos como generalidad. Sólo quien no ha experimentado la inequidad en carne propia puede alegar que esta no existe.
Hay que tener en cuenta que hechos aislados como que algunas mujeres tengamos acceso a la educación superior y al trabajo, no pueden ser entendidos como generalidad. Sólo quien no ha experimentado la inequidad en carne propia puede alegar que esta no existe.