Conversando con Marco, espontáneamente le deseé una Feliz Navidad Laica, expresión que a él le pareció graciosa, pues ambos somos ateos. Seguramente es contradictorio que me guste tanto la Navidad, una fiesta religiosa, probablemente la más importante de la tradición cristiana. Hace un par de años pasé Navidad en Londres, con una familia de origen chino, que al igual que la mayoría de londoners había colocado el árbol, las luces, guirnaldas y otras decoraciones navideñas, pese a que su tradición estaba muy lejos de ser cristiana. La globalización, al permitir que confluyan culturas tan distintas en las metrópolis, ha hecho que las personas busquen elementos comunes en las festividades para compartir un mismo pretexto para el consumo. En occidente, tanto si se es cristiano como si no, uno termina comprando regalos, preparando el pavo, cantando villancicos, etc.Sin embargo, y pese a que no se puede discutir que ésta, como todas las demás celebraciones, es un una época sobre todo comercial (muchos solicitan grandes créditos sólo para el consumo, sin fines productivos), debo decir que es mi fiesta favorita del año. Básicamente porque desde niña mis padres me la mostraron como el momento en que todos los sacrificios (buenas notas, cuarto ordenado, obediencia permanente) se verían recompensados en forma de juguetes. Los animales aprendemos muy bien con el sistema castigo-recompensa; lo he comprobado directamente con mi perro. La Navidad también ha sido, pese a todo, un tiempo para estar en familia, alegrarse al unísono, cocinar en equipo y comer también en equipo... en fin, un tiempo para pensar que después de todo existe eso que llaman calor de hogar.
Este año, por supuesto, es tan especial como los anteriores (sobre todo porque espero una nueva netbook, imprescindible para mi trabajo, je je), de manera que me valdré de este medio para enviar un abrazo a la familia, en especial padres, hermano y padrinos; a los socios, tanto los abogados cuanto el rockero; a compinches y camaradas, a los colegas bloggers, en especial al Lex que estuvo visitándome en Cuenca hace unas semanas y por supuesto a Candela, Pitonizza, Palulo, Icy, Krolita, Tuchis, JJF y Carlos; también a quienes comentan siempre o han comentado alguna vez, a quienes leen sin comentar (yo te conozco mosco) y a todos los habitantes de twitterland capítulo Ecuador. Y claro, a esos sujetos especiales o ex especiales que nunca leen el blog, por si ahora lo hacen :)Un par de regalos: el famoso episodio de
Dr. Seuss
"De cómo el Grinch se robó la Navidad" (está en español), y un juego entretenido en flash para que hagan sus propios copos de nieve, los que nunca veremos caer en este ecuatorial país: http://snowflakes.barkleyus.com
