Aunque había escuchado el término antes -por ejemplo en la canción Maxwell's Silver Hammer de The Beatles-, hace unos días me enteré por accidente de que esta disciplina se define como " la ciencia de las soluciones imaginarias para los problemas que no existen" o también como "suposiciones sobre una suposición".
La patafísica pretende encontrar las leyes que regulan las excepciones: el universo complementario, el universo de lo anormal, es el reino de las excepciones; todo es excepcional, y por lo tanto, la "regla" vendría a ser la excepción de la excepción. Así, por ejemplo, en lugar de enunciar la ley de la caída de los cuerpos hacia un centro, el patafísico preferirá enunciar la ley de la ascensión del vacío hacia una periferia.
¿Confuso? De hecho otra de las características de esta metafísica de lo marginal es que se vale de un lenguaje que parece no tener sentido. Diríase que se trata de inventar supuestos imposibles y extraer las leyes que los gobernarían si acaso llegaran a ocurrir. Así se obtienen respuestas imaginarias a preguntas innecesarias.
Esto de la patafísica, que resulta tan apasionante como intrincado y misterioso, me puso a pensar en cuánto tiempo uno gasta a veces en preocuparse -ocuparse por anticipado- de desgracias que todavía no suceden o en construir soluciones para un futuro que evidentemente todavía no llega. Y sin embargo, qué maravilloso es tener tiempo alguna vez para dejar que la mente se ocupe de cosas que no sean prácticas ni productivas, para escapar de la sensación de ser una pequeña tuerca en el inmenso engranaje del sistema.
En realidad, la Patafísica, originada en Francia en la segunda mitad del siglo XX, no es una ciencia ni mucho menos-; se considera en todo caso un movimiento cultural, antesala del surrealismo, que tuvo y tiene muchos adeptos; algunos muy ilustres como Eugéne Ionesco y Joan Miró. Se han formado clubes, sociedades, institutos y colegios para discutir y escribir sobre los problemas de la patafísica. Quizá parecido a lo que hacemos muchos cuando nos reunimos a tomar cerveza o canelazo con el/la amiga preferida y dejamos pasar el tiempo entre cálidas y dispersas divagaciones.
"La Patafísica es la más alta tentación del espíritu". -Jean Baudrillard
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Enlaces:
Alfred Jarry, Patafísica, virtualidad y heterodoxia
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